lunes, 22 de noviembre de 2010

Obteniendo Más Ideas Para Escribir Nuestro Libro

Otra excelente manera de obtener ideas para nuestro libro -cualquiera sea su temática- es utilizar las memorias de nuestra infancia. Se trata de un excelente ejercicio para reactivar la creatividad. Siéntate con un cuaderno o tu block de notas y comienza escribiendo las experiencias vividas durante tu niñez y adolescencia. Comienza en una edad específica e intenta recordar tu escuela, tus amigos, tu perro, la ropa que utilizabas, escribe todo lo que recuerdes. Te sorprenderás al ver cuantas ideas vienen a tu cabeza y lo útiles que podrán resultar para el libro que estás preparando. Recuerda, no importa el tema sobre el que estés escribiendo tu libro, en todos los casos verás el resultado.

Visita el sitio donde vivías de pequeña o pequeño, conversa con otros miembros de la familia que hace tiempo no ves y pídeles que te cuenten historias relacionadas contigo y con la época que allí viviste. Si aun no tienes claro sobre qué escribir tu primer libro, tu segundo o tu tercero, encontrarás ideas muy valiosas por donde comenzar. Haz el intento y luego me comentas los resultados.

Hemos mencionado conversar con la gente, este es un método espectacular para obtener nuevas ideas. Escuchar a los demás. Escucha a la gente siempre. En el trabajo, en las tiendas, en el supermercado, en la universidad o donde te encuentres. Conviértete en un oído humano. Siempre escucha lo que la gente tiene para decir... y luego anótalo en tu block.

Sobre qué temas están conversando? Qué es aquello que a la gente le interesa? De los tópicos cotidianos surgen las mejores ideas para desarrollar. Por qué? Porque son los intereses propios de la gente. Los mejores escritores tienen una gran capacidad para escuchar tanto como la tienen para escribir. Trabaja en esta habilidad y te convertirás en un gran comunicador de ideas.

Frecuenta conferencias y seminarios, tanto sean por internet como presenciales. Entrevistate con personas a todo nivel y absorbe toda la información que seas capaz, contarás alli con un recurso inigualable para obtener ideas frescas que luego utilizarás en tu libro.

No solo escuches a las personas mayores, recuerda también a los niños, su capacidad de imaginación y fantasía supera en general a la de cualquier adulto. Siéntate y habla con los niños. Entra en su mundo. Si tienes hijos, sobrinos o nietos viviendo contigo, tienes una fuente inagotable de ideas a pocos metros de ti. Utilízala. Recuerda apuntar en tu block todo aquello que te parezca interesante.

Luego... regresa aquí y cuéntame tus resultados.

2 comentarios:

  1. Me parece que son tres elementos muy recursivos para nutrir la imaginación... en el primero de ellos, el recuerdo constituye un archivo inagotable de anécdotas y sucesos de invaluable utilidad... en el segundo una actitud proclive a la indagación, sin duda llenará muchos vacíos y aportará nuevos elementos útiles al ejercicio de la escritura... en el tercero, un oído siempre dispuesto a captar en forma silente el espectro conceptual de las personas que rondan nuestro entorno, será la mejor antena receptora de nuevas ideas. Me parece muy objetiva su apreciación, a la que no obstante yo agregaría un cuarto elemento relativo a la contemplación, pues en ella nuestra mente y nuestros sentidos pueden derivar ideas y conceptos que en nuestra vida cotidiana permanecen soterrados. Desde luego que todos hemos pasado por ese deprimente síndrome en el que se agotan las ideas cuando nos dedicamos a escribir, pero siempre hay unos recursos latentes como estos que usted tan acertadamente nos ha descrito. Reciba mi saludo cordial.

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  2. Mauricio, excelente y acertado aporte, estamos seguros que será muy bien apreciado por todos los lectores asi como lo ha sido por nosotros. ¡Muchas gracias! ¡Un afectuoso saludo!

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